No solo las mujeres tienen diferentes etapas físicas y emocionales en la vida. Los hombres también pasan por ellas y al llegar a la edad madura, a partir de los 40 años, pueden empezar a tener problemas con la próstata y con ello, también cambios emocionales.
Empecemos por el principio ¿qué es la próstata?
La próstata es una glándula del sistema reproductor masculino que se encuentra debajo de la vejiga y delante del recto. Su tamaño es parecido a una nuez, esta rodea la uretra que es el conducto que transporta la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo.
La próstata tiene diferentes funciones, entre ellas encontramos: la producción de semen; el control del flujo urinario, puesto que rodea la uretra; y la producción de una enzima llamada 5-alfa-reductasa que convierte la testosterona en dihidrotestosterona, una hormona relacionada con el desarrollo y mantenimiento de las glándulas prostáticas.
La glándula prostática experimenta cambios naturales con el tiempo y puede llevar a diversas afecciones, afectando además también en las relaciones sexuales.
Exámenes médicos para tener controlada la próstata
Es importante que los hombres se sometan regularmente a exámenes de médicos a partir de los 40 años para prevenir problemas de próstata lo antes posible.
Algunos de los problemas más comunes que pueden padecer son:
- Hiperplasia prostática benigna. Es una afección donde la próstata se agranda ejerciendo presión sobre la uretra y provocando síntomas urinarios que pueden ser: dificultad para orinar, micción frecuente o flujo débil.
- Cáncer de próstata. Es uno de los tipos de cáncer más comunes en los hombres y aumenta significativamente con la edad. La mayoría de los casos de cáncer de próstata en hombres se diagnostican a mayores de 65 años.
- Prostatitis. Es la inflamación de la próstata y puede estar causada por infecciones bacterianas o no infecciosas. Este problema puede afectar a hombres de cualquier edad, siendo más común en hombres jóvenes y mediana edad. Los síntomas de la prostatitis pueden ser diversos, pero pueden incluir dolor en el área pélvica, dificultad al orinar y molestias sexuales.
Cambios emocionales en el diagnóstico de próstata
Cuando a un hombre le diagnostican algún problema de próstata, puede tener cambios emocionales según la gravedad de la afección.
Algunos cambios emocionales pueden ser ansiedad o preocupación por el temor de que se mencione la posibilidad de que sea cáncer. Esto también puede llevar a problemas de sueño o insomnio.
Puede también llevar a una depresión, puesto que hay una incertidumbre sobre el futuro y los cambios en la salud y esto puede llevar a tristeza y pérdida de interés en actividades, como también cambios en el apetito y el sueño.
En algunos casos puede afectar en la autoimagen y autoestima por la sospecha de la pérdida de su virilidad y sexualidad o bien creer que no va a poder desempeñar bien los roles familiares y sociales.
¿Tiene relación la próstata con la disfunción eréctil?
La respuesta es que sí, puesto que los tratamientos médicos que suceden después del diagnóstico de afección de próstata pueden tener un impacto relacionado a la función eréctil. Algunos medicamentos que se utilizan para la hiperplasia prostática benigna tienen efectos secundarios que afectan a la erección. Por otro lado, el tratamiento del cáncer de próstata puede dañar los nervios y los vasos sanguíneos que son esenciales también para la erección, por lo que puede llevar a una disfunción eréctil después del tratamiento.
Para los hombres, la disfunción eréctil puede tener efectos emocionales significativos tanto para ellos como para sus parejas.
Estos efectos emocionales pueden dar ansiedad y estrés por la incapacidad de lograr o mantener una erección. Además, pueden enfrentarse a una disminución de su autoestima y autoconfianza, pues se cuestionan su masculinidad y su valía como pareja.
En algunos casos puede atraer problemas de relación, puesto que los hombres suelen tener menos comunicación hacia su pareja, haciendo así que crea tiene falta de interés o atracción, llegando a crear conflictos y aislamiento emocional. Y en algunos casos pueden acarrear sentimientos de culpa y vergüenza al no poder satisfacer a su pareja sexualmente, esto ocurre sobre todo en una sociedad donde la virilidad y la sexualidad están asociadas con el valor personal.
Cuando hay un problema de próstata es importante tener apoyo médico y psicológico para afrontar los aspectos emocionales que puede acarrear la disfunción eréctil y encontrar el equilibrio entre la salud física y el bienestar emocional.
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